Mucho puedo contar de un disco al que vuelvo de tanto en tanto, recorro sus canciones, emprendo un viaje litoraleño que propone Coqui Ortíz, persona por la cual siento enorme cariño y admiración. Y aunque sea mucho lo que escriba, nada iguala al texto que el propio Coqui nos entrega en el arte de tapa de Parece Pajarito. Por eso lo comparto, porque en tiempos en que la escucha es desde plataformas digitales donde nos perdemos por ejemplo el listado de enormes músicos que participan de este disco y la palabra poética llena de historias con que Coqui prologa estas músicas, me parece nesario traer este texto:
"Una tarde, hace bastante tiempo, quizá ocho años, estaba tocando la guitarra en el patio de casa. Al rato, la oscuridad se había llevado todo y quedé solo entre el murmullo del barrio y una nostalgia tan grande que, cuando me di cuenta, ese sentimiento ya era un cielo en mis ojos.
Escuché venir, entonces, desde la casa de algún vecino, aquél chamamé a paso lento y me entregué una vez más, sin saberlo aún, al interminable recuerdo. Alguien me enseñó a recordar siempre, y siento nostalgia hasta del futuro. Anhelé y soñé con tanta intensidad que, incluso, aquellas cosas que no llegué a vivir realmente se me adentraron tanto que ahora las extraño y las espero.
Aquí, en estos sonidos, está mi viejo fumando temprano, pegado a la radio o silbando entre el humo del asado dominguero. También, mi abuela y Doña Ceci, que me daban el "mate cocido con bananas" y una plamadita antes de que saliera corriendo para la canchita. La guitarra, los muchachos del barrio, los acordes que me pasaron Martillo y Carlota, las primeras canciones, como aquellas "Garzas viajeras" que, después de aprenderla, me llevó tanto tiempo poder cantarla sin echar un lagrimón. La magia de aquellas noches en busca de una guitarreada: el ir llegando y alguien que dice "che, parece que en esta casa está el cabezón Cayé tocando", yo también quise ser como él. El buen modo con que Ricardo, el extraño pájaro de las costas del Uruguay, me enseñó a escuchar la música, a ser músico de oficio y disfrutar del oficio. Los largos mates con Germán, aprendiendo y viendo a través de sus ojos otros colores. José y el amor que espera, y que lo llevó volando un día. El compadre Juan Quintero, que apareció de repente y me disparó con su guitarra en el pecho, a un metro de distancia. Y el loco Jorgito, mi hermano, que desapareció para siempre un día, sin que termináramos de tomar el vino. Mis compañeros de la ronda, con quienes aprendí a valorar la grandeza de las pequeñas cosas, a defender la belleza y contruirle un templo. Don Aledo y su generosidad de siempre y la alegría de compartir un nuevo fruto. El Negro Aguirre, como siempre, revoloteando para cuidar mi sueño.
Parece Pajarito nació una tarde en que llevaba a mi hija en bicicleta. De repente, entre preguntas y respuestas ella dijo:
-Y el abuelo Alfredo dónde está?
-Se fue, respondí. Pero ella insistió:
-Si, pero adónde se fue?
-Al cielo, dije.
-EEhhhhhh!!, gritó. Parece pajarito, eh?
Cuenta una leyenda sobre el picaflor que toda vez que un abuelo muere, en el lugar donde son enterrados sus huesos nacen flores. El picaflor, entonces, es el pájaro encargado de venir a beber de esas flores para llevarse el alma a un lugar bendito. Cuando se canta la canción del picaflor es para pedir que el espíritu del abuelo nos siga iluminando el camino.
Este es un disco lleno de nostalgia, de alegría y, sobre todo, de profundo agradecimiento
Pero los aromas nos envuelven y el horizonte nos llama siempre. De pronto, Paloma entra y me dice:
-No cantes Garzas Viajeras que me hace lagrimitas.
Ahí seguimos...
Julio Ramírez, acordeón y bandoneón
Luis Barbiero, flauta y piccolo
Fernando Silva, contrabajo
Cacho Bernal, percusión
Carlos Aguirre, piano
Negro Raúl Junco, cuento breve y glosas
Juan Quintero, voz
Coqui Ortíz, guitarra y voz
Grabado en Febrero de 2005 en Estudio Zeta de José Rodríguez, Resistencia, Chaco
Productor de Grabación: Negro Aguirre
Mezcla y masterización: Iván Tarabelli, Estudio El Dínamo, Rosario, Santa Fé
Diseño gráfico: Luciano Acosta, Luján Signoris, Dos puntas comunicación, Resistencia, Chaco
Arte de tapa: Marcelo Carpita. Obra: Beso de colibrí
La clasificación es solo para facilitar algunas búsquedas, la música que compartimos -por suerte- escapa a las etiquetas y encasillamientos.
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