Al finalizar la primera escucha de Imposible, siento que es el mejor disco de la Herrero. Pero en seguida vienen melodías de Litoral, Maldigo, Este tiempo, Confesión del viento…y cae uno en la inutilidad de señalar mejores y peores. Y es que Liliana graba cuando la atraviesa una necesidad de comunicar algo. Vaya que lo logra: a través de autores precisa y preciosamente elegidos y haciendo pasar cada acorde, cada palabra, por la propia emoción, Liliana Herrero nos interpela, opina, hace de cada canción una declaración de principios. Así, la obra de Yupanqui, el Cuchi, Tejada Gómez, Juan L.Ortíz, Chacho Muller, se resignifica y nos describe. Nos vuelve a atrapar como siempre y de otra manera. Las canciones son atravesadas por Liliana Herrero, Pedro Rossi, Ariel Naón, Martín Pantyrer y Mario Gusso, un ensamble que sostiene un latido artístico común, que sabe amalgamar el sentir y la técnica de cada uno. Y eso se agradece. Hay que dejarse tomar de la mano y recorrer los diez temas de Imposible una y otra vez. Uno será “bientratado” en el viaje, será un viaje noctámbulo pero no oscuro. Será una manera de afirmarse en un lugar de nuestra historia, una identidad presente y un anhelo. Liliana Herrero es de esas cantoras que nos invitan a pensarnos transitando la emoción. ¿hay algo más importante que pueda hacer el arte? Por si fuera poco, este Imposible viene acompañado de Tres tangos errantes: el encuentro en piano y voz de Liliana Herrero y Gerardo Gandini,nada menos, en la intimidad de una noche de 2003, Gardel los juntó y quedó registro de Volvió una noche, Soledad y Por una cabeza. Como bien lo define Herrero, sonidos errantes sin destino y sin fin. Imposible, podría ser el mejor disco de Liliana Herrero, como cualquiera de los anteriores. (Ale Simonazzi)
La clasificación es solo para facilitar algunas búsquedas, la música que compartimos -por suerte- escapa a las etiquetas y encasillamientos.
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